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- Alteraciones en los organos reproductivos
Si eres hombre, debes saber que tu fertilidad también depende de que tus órganos reproductivos tengan la anatomía y funcionalidad correctas.
Algunas de las alteraciones más frecuentes en dichos órganos son:
- Varicocele
Significa que hay una inflamación o hinchazón en las venas que drenan los testículos. Es similar a las venas varicosas que aparecen en las piernas.
Un varicocele tiene origen cuando una de las válvulas dentro de las venas que se encuentran a lo largo del cordón espermático impide la correcta circulación de la sangre. Este problema puede ocasionar que el hombre produzca espermatozoides en baja cantidad y con poca calidad. Los varicoceles también pueden ser motivo de que los testículos no se desarrollen adecuadamente o que se enojan.
- Eyaculación retograda
Ocurre cuando el semen pasa a la vejiga en lugar de seguir su camino hacia la punta del pene. Algunas causas comunes de este problema son, entre otras, diabetes, lesiones en la columna vertebral, ingesta de ciertos medicamentos, cirugía de vejiga, próstata o uretra.
- Testículos no descendidos (criptorquidia)
En algunos hombres, durante su etapa de desarrollo fetal, uno o ambos testículos no descienden del abdomen hasta el escoto.
- Defectos en los túbulos o conductos que transportan a los espermatozoides
Esta alteración se refiere a algún bloqueo u obstrucción en el sistema de ductos por los que deben pasar las células reproductivas masculinas. Algunas causas de este problema son una lesión durante una cirugía, infecciones, traumatismo o desarrollo anormal, trastornos hereditarios, entre otras.
- Disfunción eréctil
Es la incapacidad para lograr y mantener una erección con la firmeza y el tiempo necesarios para tener relaciones sexuales.
Entre la diversidad de causas físicas que dan lugar a este problema están: Enfermedad cardíaca, vasos sanguíneos obstruidos (ateroesclerosis), colesterol alto, presión arterial alta, diabetes, obesidad, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple ingesta de ciertos medicamentos, consumo de tabaco, abuso en la ingesta de alcohol, consumo de drogas ilícitas, tratamientos contra el cáncer, trastornos del sueño, cirugías en la zona pélvica o en la columna vertebral, niveles bajos de testosterona. A ellas, se suman las causas de origen psicológico como el estrés emocional, entre otras.