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- Alteraciones en los espermatozoides y en la eyaculación
Como ya sabes, los espermatozoides son las células reproductivas de los hombres. A diferencia de lo que ocurre con los óvulos en las mujeres, los hombres desde la pubertad producen cantidades millonarias de espermatozoides. Cada nueva dotación de estas células se genera en un lapso aproximado de tres meses.
En este sentido, la ventaja de los hombres sobre las mujeres es que constantemente producen células reproductoras. Su desventaja, es que estas células son más vulnerables ante cambios en las condiciones que se requieren para su correcta producción.
Un ejemplo de la fragilidad de la producción espermática es la elevación de la temperatura. Los espermatozoides son generados en los testículos. Estos, se encuentran fuera de la cavidad abdominal porque necesitan estar a una temperatura más baja que el resto del cuerpo. Si ésta última se eleva debido, por ejemplo, al uso de ropa interior ajustada o a una calentura prolongada por algún padecimiento, la calidad de los espermatozoides producidos durante esa etapa puede disminuir drásticamente.
- Alteraciones en los espermatozoides
A partir de la pubertad, el hombre produce en los testículos cantidades millonarias de espermatozoides. La causa más común de infertilidad masculina se relaciona con problemas en la producción espermática.
Algunas de las principales alteraciones en la generación de espermatozoides son:
Parámetros de la OMS sobre la cantidad de espermatozoides en el eyaculado
- Concentración
- Oligozoospermia, Criptozoospermia y Azoospermia
El valor normal que establece la OMS es de 15 millones de espermatozoides por cada mililitro de volumen eyaculado o 39 millones en la totalidad de la muestra. Cuando la concentración de espermatozoides es menor a esta cantidad se considera que el hombre padece Oligozoospermia. La Criptozoospermia está presente en hombres cuyo eyaculado contiene menos de 100 mil espermatozoides por mililitro; y la Azoospermia se refiere a los casos en que no hay espermatozoides.
El que no haya espermatozoides en el semen indica que puede haber problemas para producirlos, o bien, que hay una obstrucción que les impide el paso al semen.
Las causas de azoospermia pueden ser problemas hormonales, ciertas afecciones genéticas, algunos tratamientos contra el cáncer, una vasectomía previa u otras cirugías, entre otras.
La fertilidad masculina no sólo depende de la cantidad de espermatozoides en el semen, también, de la calidad de éstos.
Parámetros de la OMS sobre la cantidad de espermatozoides en el eyaculado
- Movilidad
Una de las características más relevantes de los espermatozoides es su capacidad para desplazarse o motilidad. Su desplazamiento debe ser lineal, ya que muchos de ellos no se mueven o lo hacen sólo en círculos, lo que le impide llegar hasta donde se encuentra el óvulo.
- Astenozoospermia
- Vitalidad
- Necrozoospermia
- Morfología
- Teratozoospermia
Otro parámetro de la calidad espermática
- Fragmentación del ADN
Recuerda que la misión del espermatozoide es transportar el material genético que aporta el hombre para dar lugar a un nuevo ser. En algunos casos, este material genético tiene roturas o lesiones, llamadas “fragmentación del ADN”. A mayor daño, menor la probabilidad de que el embarazo llegue a término.
Es muy interesante saber que algunas lesiones del ADN espermático pueden ser reparadas por el óvulo durante la fecundación. Sin embargo, la capacidad reparadora del óvulo disminuye conforme aumenta la edad de la mujer. A su vez, la tasa de fragmentación de ADN aumenta con la edad del hombre. En estos procesos radica parte de la explicación sobre por qué disminuye la probabilidad de embarazo en parejas de edad avanzada.
La espermatobioscopía directa (ED) o seminograma no detecta el nivel de fragmentación de ADN. Para ello, es necesario otro estudio que el médico indicará ante la sospecha de que ésta puede ser la causa de que la pareja sufra abortos espontáneos recurrentes.
Causas de alteraciones en la producción de espermatozoides
- Haber padecido o padecer infecciones de transmisión sexual como clamidia, gonorrea y VIH o infecciones en la próstata.
- Haber padecido enfermedades inflamatorias como paperas después de la pubertad.
- Tener diabetes.
- Haber presentado testículos no descendidos o lesiones y torsiones en ellos.
- Haber tenido una pubertad precoz o tardía.
- Tener venas engrosadas en los testículos (varicocele).
- Tener problemas anatómicos y estructurales en los testículos.
- Padecer desórdenes endócrinos (hormonales).
- Presentar problemas inmunológicos en los que los propios anticuerpos atacan a los espermatozoides.
- Factores en el estilo de vida y el ambiente como tabaquismo, beber alcohol en exceso, consumo de mariguana, esteroides y drogas “duras” o “pesadas” como cocaína, heroína, éxtasis, etc., y exposición ambiental a contaminantes tóxicos como metales pesados, y químicos que alteran el sistema endócrino (hormonal).
- Enfermedades como diabetes, fibrosis quística y hematocromatosis, entre otras.
- Presentar bloqueos en el tracto reproductivo.
- Tratamientos médicos como la radiación y algunas quimioterapias.
- Consumo de ciertos medicamentos.
- Obesidad.
- Alteraciones en la eyaculación
Algunos hombres experimentan problemas que impiden o dificultan que el eyaculado sea depositado en el interior de la vagina. Entre los problemas que dan lugar a que esto ocurra, están: eyaculación precoz, enfermedades genéticas como la fibrosis quística, problemas estructurales como bloqueo en los testículos o daños o lesiones en los órganos reproductivos masculinos.
Es importante que sepas que no siempre es posible encontrar la causa de infertilidad masculina.